Ornaments on a Mallorcan bagpipes or 'xeremias'
 
Música mallorquina grabada por Alan Lomax en los años cinquenta
ximbomba con una cesta de flabiols
La ximbomba para acompañar 'gloses' o versos satíricos
La Ximbomba

Los tambores son uno de los instrumentos más ubicuos en todo el mundo. Su diseño básico ha permanecido sin grandes cambios durante milenios. La ximbomba es un tambor de fricción que consiste de un cuerpo, caña y piel.

El cuerpo puede ser cualquier recipiente de boca ancha, con frecuencia una vasija de barro, abierto a ambos extremos. Uno de estos se cubre con la piel curada de cabrito o cordero (se prefiere la piel de un gato). La caña seca debe ser larga y sin nudos. Se tira con fuerza del suelo y el extremo más grueso se introduce en el centro de la piel, y se envuelve el mismo extremo con un cordel para asegurarse de que la caña no penetre la membrana. Es común frotar la piel con ajo, pero si esto es para producir una nota más pura o como un rito protector en vista de las propiedades de talismán atribuidas al ajo, es difícil de saber.

Como menciona Alan Lomax, un musicólogo estadounidense, su simbolismo fálico es aparente; la caña se masajea con la mano mojada para que las vibraciones producidas sean gritos eróticos. Es simbolismo se extiende cuando se tiene en cuenta que el cancionero tradicional elogia a la ximbomba apuntándola como el instrumento perfecto para atraer a una mujer y manteniéndola contenta.

Tradicionalmente asociado con los ritos de pasaje a la madurez en sociedades más primitivas en África, en la Europa precristiana se asociaba con la fecundidad y el solsticio invernal. En Mallorca se toca en el carnaval y en las celebraciones de San Antonio en enero.